Provoca calor graves daños que aseguradoras no cubren
Nueva York.- Las olas de calor que agobian a decenas de millones de estadounidenses pueden deformar techos, marchitar cultivos, combar las carreteras y trastocar el suministro de energía.
Gran parte de ese daño es difícil de cuantificar, y no está cubierto por seguros.
Ahora las ciudades, los reguladores y las empresas están haciendo sonar la alarma sobre los crecientes costos de las olas de calor, que causan daños por decenas de miles de millones de dólares cada año.
“El calor extremo no es sólo un fenómeno climático”, dijo Ricardo Lara, comisionado de seguros de California, después de publicar un informe este mes sobre la factura económica y humana de las olas de calor. “Es un desastre silencioso y en aumento que causa estragos en… la salud, la economía y la infraestructura”.
Las olas de calor se han vuelto más intensas, más duraderas y tres veces más frecuentes que hace 60 años, de acuerdo con datos del Gobierno. Se anticipa que la tendencia al alza persista a medida que el cambio climático haga que más áreas sean vulnerables a las temperaturas récord de las últimas semanas.
Las pólizas de seguro estándar están diseñadas para daños repentinos y accidentales, como los causados por incendios, tormentas y robo, y muchas veces no cubren los efectos del calor intenso, que pueden ser graduales.
“El calor extremo conduce a daños que a menudo se desarrollan con el tiempo”, dijo Karen Collins, vicepresidenta del grupo industrial American Property Casualty Insurance Association.
Tan sólo las industrias de agricultura y construcción de Estados Unidos pierden aproximadamente 100 mil millones de dólares en productividad al año debido al calor extremo, revela un reporte en marzo de la corredora de seguros Aon.
Eso puede incluir un aumento en las lesiones de trabajadores en los días calurosos. Las lesiones sufridas por los trabajadores de la construcción, por ejemplo, fueron 20% más altas cuando la temperatura superó los 35 grados centígrados, en comparación con días más templados, de acuerdo con el Instituto de Investigación de Compensación Laboral.
El calor también puede afectar la calidad y el volumen de los cultivos, pérdidas que pueden no ser evidentes hasta el momento de la cosecha. Un programa de seguro federal cubre los daños causados por el calor a algunos cultivos, pero excluye algunas frutas y verduras, como la sandía, la calabaza y la lechuga.
Los fabricantes también se ven muy afectados por las altas temperaturas, que pueden provocar un mal funcionamiento de las máquinas y hacer que los trabajadores necesiten más descansos. El estudio de California sobre siete olas de calor estimó que le costaron al sector más de 700 millones de dólares en pérdida de productividad. Sin embargo, las empresas a menudo descubren que tienen pocas formas de recuperar esas pérdidas.
Una opción que se propone cada vez más a las empresas y a los gobiernos locales: políticas en las que los pagos dependen de la temperatura. Conocidos como seguros paramétricos, son esencialmente una apuesta sobre qué tan caliente se pondrá la situación y permiten a las empresas cubrir riesgos que son difíciles de cubrir con los seguros tradicionales.
Estos pagos activados por la temperatura ya tienen algún tiempo de ser utilizados por empresas de servicios públicos y otras compañías de energía, señaló Cole Mayer, director administrativo de Aon. Pero dijo que la empresa está viendo más interés por parte de otras industrias, incluyendo la construcción y la agricultura.
“Apenas estamos arañando la superficie en términos de utilización de esta herramienta”, indicó Mayer.
Sin embargo, las olas de calor son más predecibles que otros desastres naturales. Eso puede hacer que la cobertura sea costosa, en comparación con simplemente reservar dinero para pagar los costos adicionales, destacó Ted Lamm, director asociado del Centro de Derecho, Energía y Medio Ambiente de la Universidad de California, en Berkeley.
“Si es bien sabido que Phoenix va a sufrir una cierta cantidad de días de 32 grados centígrados o más cada verano, no tiene mucho valor asegurar ese riesgo”. Aún así, dijo que las pólizas podrían beneficiar a las empresas que enfrentan una cierta combinación de riesgos.
Los daños causados por el calor también pueden provocar importantes pérdidas de suscripción de seguro para las aseguradoras, aunque no directamente.
Si las temperaturas abrasadoras deformaran o agrietaran las tejas, por ejemplo, eso podría hacer que los techos sean más propensos a sufrir goteras o daños por el viento. Las pérdidas de estos últimos generalmente son cubiertas por el seguro del hogar. De manera similar, el calor extremo puede agrietar los cimientos, deformar los marcos de las ventanas y exacerbar el crecimiento de moho.
El sobrecalentamiento de los motores de los automóviles también puede provocar averías, resultando en más reclamaciones al seguro del auto para remolque o asistencia en carretera.
El impacto de gran alcance de las severas olas de calor significa que representan un riesgo significativo para la industria de los seguros, señaló David Flandro, jefe de análisis de la industria en la corredora de reaseguros Howden Re.
“El calor extremo afecta la infraestructura, sobrecarga los sistemas energéticos, pone en peligro la agricultura y aumenta el riesgo de otros desastres naturales”, destacó.