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¿Cómo es la vestimenta en la Alta Tarahumara?

El pueblo rarámuri, habitante ancestral de la Sierra Madre Occidental, conserva una vestimenta que, aunque colorida y aparentemente delgada, está cuidadosamente diseñada para resistir el clima extremo.

En un video viral de TikTok, el joven rarámuri Fermín muestra y explica las piezas de la vestimenta tradicional masculina. Su publicación ha despertado curiosidad entre miles de usuarios, quienes no solo elogian su conocimiento, sino que también se sorprenden al descubrir la eficiencia térmica de esta indumentaria indígena.

Los rarámuri, también conocidos como tarahumaras, son uno de los pueblos indígenas más reconocidos de México, no solo por su capacidad para correr grandes distancias, sino por su profunda conexión con la tierra y su capacidad de adaptación al ambiente serrano.

La Alta Tarahumara –ubicada en el noroeste del estado de Chihuahua– se caracteriza por sus profundos cañones, bosques de pino y encino, y un clima que puede alcanzar hasta los -10 grados Celsius en invierno, especialmente en comunidades por encima de los 2,000 metros sobre el nivel del mar.

La vestimenta tradicional masculina suele ser menos conocida que la femenina, que destaca por sus faldas amplias y colores brillantes. En contraste, la ropa de los hombres puede parecer simple y poco adecuada para el frío. Sin embargo, el video de Fermín desmonta este mito.

Con voz pausada y orgullo cultural, Fermín presenta cada prenda:

Koyera: una banda o tocado que puede variar de diseño y función, incluso como penacho ceremonial.
Wachícara: una especie de gabán que funciona como capa o abrigo exterior.
Napacha: camisa amplia y cómoda, hecha para facilitar el movimiento.
Tagora: el taparrabo tradicional o sapeta, que aunque sencillo, se combina con otras piezas.
Akaiwara: huaraches artesanales, ideales para correr largas distancias, incluso en condiciones adversas.
Faja o puri: ayuda a sostener el abdomen y da calor al área lumbar.
Chimi: rebozo que puede llevarse al hombro o cubrir la cabeza para conservar el calor.

Cada pieza cumple una función específica y, combinadas, ofrecen una protección sorprendente contra el frío. Además, están diseñadas para permitir libertad de movimiento, algo esencial en una cultura tan ligada a la vida activa y al entorno montañoso.

La ropa rarámuri no solo abriga el cuerpo, también envuelve una herencia milenaria. En sus colores, formas y nombres en lengua indígena, se preserva una identidad que ha resistido siglos de cambios culturales y climáticos.

En un mundo que cada vez busca más soluciones sustentables y funcionales, la vestimenta rarámuri ofrece una lección de sabiduría ancestral y adaptación ambiental.

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