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Llaman a solidarizarse con población refugiada

Ciudad de México.- La necesidad de vivir en paz es algo que une a quienes requieren y a quienes brindan solidaridad, considera Gabriela Pérez Guerra, responsable de Servicios de Educación para la Inclusión de Casa Refugiados, uno de los 10 espacios de la sociedad civil que brindan atención en Ciudad de México a personas de otros países en situación de movilidad.

De nacionalidad nicaragüense y refugiada en México remarca la situación de vulnerabilidad que viven los migrantes en tránsito por el país y quienes optan por quedarse aquí.

“Soy una mujer reconocida con la condición de refugiada, pero esa condición no me hace vivir en una burbuja en donde las distintas violencias que hay en el territorio nacional no me afecten. Puedo verme desplazada por segunda vez”, apunta en entrevista.

Pérez Guerra anunció que el próximo sábado 27 de julio se llevará a cabo la segunda edición del concierto Voces Solidarias, en el Museo Nacional de las Culturas Populares, con la participación de 12 músicos y grupos, entre ellos Bajo Palabra, Xipe Topec, Ana Peña y Giselle Habibi.

“Este concierto empieza a las 11 de la mañana y termina a las 7 de la tarde. Estamos invitando a las personas a que donen, como entrada, temas de alimentación, artículos de limpieza, de aseo personal, destinados a nuestro espacio, Casa de Acompañamiento Humanitario y Construcción de Paz, y a otras dos organizaciones, una que acompaña a personas con discapacidad intelectual y física, y otra que acompaña a niños y niñas con enfermedades graves”, detalla.

En el Museo, agrega, se montará un bazar con comida de diversos países. y subraya el valor del ejercicio de la solidaridad, no sólo con los migrantes.

“El tema de la solidaridad y la hospitalidad no es meramente una necesidad de las personas en situación de movilidad, de las personas migrantes, desplazadas o refugiadas o retornadas; es una necesidad que todos los seres humanos tenemos, recibir solidaridad, pero también ser solidarios”, apunta.

“Tenemos que dejar de pensar que la situación de movilidad es un tema de amenazas o de riesgos. Tenemos que hablar de que es un conjunto de oportunidades. Es una oportunidad de ver el mundo de distintas formas y de entender que son personas que están saliendo desde distintos lugares, no por una decisión, sino porque se ven obligados a salir porque resulta que les gusta la vida y la libertad”.

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