Portada

Queso, pan y oficio de techador son patrimonio Unesco

Asunción, Paraguay. – El oficio artesanal de los reparadores y ornamentistas de los techos parisinos, así como tradiciones culinarias y culturales de América Latina ingresaron este miércoles a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

Los tejados de París
El ingreso a la lista patrimonial de las habilidades de los techadores y ornamentistas parisinos reconoce el oficio de estos artesanos responsables de los emblemáticos tejados de la capital francesa.

Los trabajadores especializados en la instalación y restauración de los grises techos de París, en un 80 por ciento de los casos realizados con zinc y pizarra, desempeñaron un papel crucial en la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame, que abrirá sus puertas este sábado.
“Siempre vi esta candidatura como una valorización de un patrimonio que se proyecta hacia el futuro”, afirmó Delphine Bürkli, alcaldesa del distrito 19 de París, quien impulsó la candidatura. “París sin sus tejados es como París sin su Torre Eiffel”, ejemplificó.

Los tejados de zinc y pizarra se generalizaron en París en la segunda mitad del siglo 19 durante la transformación de la urbe medieval en una ciudad moderna bajo la impulsión del prefecto Georges-Eugene Haussmann.

Cuadros vivos de Colombia
Los cuadros vivos de Galeras, Colombia, una tradición en la que los habitantes recrean inmóviles durante horas escenas artísticas como si estuviesen detenidos en el tiempo, también fueron Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

A inicios de cada año, los habitantes de este municipio caribeño del departamento de Sucre convierten sus calles en un teatro a cielo abierto con representaciones actorales de escenas que se asemejan a un cuadro.
Los protagonistas, con pinturas corporales y vestimentas coloridas, permanecen inmóviles durante dos horas representando personajes, actividades cotidianas y las tradiciones, según una reseña del Ministerio de Cultura.
Los cuadros vivos generalmente se realizan en enero, pero también en fechas especiales como la Semana Santa.
La práctica se ha mantenido por décadas. Desde los niños hasta los ancianos convierten parajes del pueblo y las fachadas de sus casas en lienzos tridimensionales similares al escenario de un teatro, armados de forma artesanal y muchas veces con materiales reciclados.
El origen de los cuadros vivos no es claro. Un documento del Ministerio de Cultura colombiano señala que la “versión más fuerte” es que “fue introducido durante la segunda mitad del siglo 19 como práctica de la religión católica para evangelizar, a través de la imagen, a las comunidades agrarias iletradas asentadas en estos territorios”.
El texto oficial asegura que la práctica articula “las expresiones escénicas del catolicismo europeo con las tradiciones teatrales precolombinas”.
Casabe, un pan ancestral
De textura crocante y sabor neutro, el casabe, una tortilla de origen indígena a base de yuca, ya es parte del Patrimonio Inmaterial.
Venezuela, Cuba, República Dominicana, Haití y Honduras introdujeron la candidatura de este ancestral y muy popular alimento.
El casabe es una especie de pan plano, circular y de tamaño variado, pero siempre mayor que el de una tortilla tradicional. Muy crujiente, puede ser blanco o dorado, si está más tostado, y se elabora a partir de yuca, o mandioca, un tubérculo rico en almidones.
La yuca rallada se exprime para retirar el exceso de humedad, luego se extiende en una superficie metálica muy caliente.
Su uso es amplio en la cocina tradicional y también gana terreno en el mercado de los productos “gluten free”, en muchos casos es una guarnición que se acompaña con carnes, vegetales, quesos o salsas. También puede ser la base de postres.
“Desde la llegada de los europeos a América, a ellos les llama la atención el casabe, pero al probarlo pensaron que era como comer aserrín, su primera reacción fue despectiva”, cuenta Gabriel Atiles Bido, miembro de la Academia Dominicana de Gastronomía.
Más tarde, al ver que la preservación del pan hecho a base de trigo no funcionaba en esta isla caribeña, se volcaron al casabe. “Así surge el primer refrán del nuevo mundo: a falta de pan, casabe”, añade Atiles, un estudioso del tema.
Es también una comida típica de los garífunas, una mezcla de afrodescendientes y caribes, que viven en la costa del Caribe de Honduras. Acompaña sopas marineras y otros platillos.
Lo mismo en Venezuela: su preparación y consumo predomina en las zonas costeras y llaneras.
“Pan de Indias”, lo bautizaron conquistadores españoles en Cuba, según el diario Granma, aunque “lentamente fue desapareciendo de la cotidianidad, refugiándose, hasta el momento actual, en ciertas partes del oriente cubano”, explicó el investigador Fernando Fornet.
Un queso patrimonial
Los métodos tradicionales de elaboración de un queso artesanal típico del estado brasileño de Minas Gerais fueron incluidos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
Este queso fabricado con leche de vaca se conoce como “Queijo Minas”, en alusión al estado donde se produce, de fuerte tradición agrícola y minera.
El “Queijo Minas” suele ser producido por “familias de agricultores (…) en pequeñas fincas rurales” entre las verdes colinas del estado, según la candidatura presentada ante la Unesco.
El método tradicional de elaboración empezó a desarrollarse en el siglo 18, cuando la mitad del oro del mundo se extraía de Minas Gerais, en la época de la colonización portuguesa.
“Los portugueses trajeron a esta vasta región minera las técnicas europeas de fabricación de queso porque necesitaban conservar este alimento cuando viajaban”, dice el expediente presentado ante la Unesco.
Estas técnicas se adaptaron luego según las costumbres locales y se fueron transformando de generación en generación.
“Es realmente una manera muy especial de preservar la memoria, la sabiduría de nuestro pueblo”, declaró la Ministra de Cultura de Brasil, Margareth Menezes en un video publicado este miércoles, en el que evoca también la “preservación de la agricultura familiar, que pasa de madre a hijo”.
Esta es la primera vez que una comida de Brasil se incluye en la lista, en la que también figuran, entre otras, la pizza napolitana y el ceviche peruano.
Las expresiones culturales forman parte de los 67 expedientes que se evalúan esta semana por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, reunido desde el lunes en Asunción, Paraguay, que también reconoció pocas horas antes la cultura de las ferias en Francia y Bélgica.

Artículos Relacionados

Back to top button