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Emprendedoras batallan para conseguir créditos y por montos menores que los hombres

Las empresarias del país enfrentan barreras persistentes en el acceso al financiamiento, pues de acuerdo con el Banco de México (Banxico) en promedio reciben créditos 22.7 por ciento menores que los hombres y, además, enfrentan tasas de interés más altas, a pesar de que su nivel de morosidad es más bajo.

En su último “Reporte de estabilidad financiera”, el banco central señala que la diferencia del financiamiento no se explican del todo por el tamaño de las empresas, la falta de garantías o la experiencia crediticia de las mujeres, sino que también responden a elementos “difíciles de medir”, como posibles sesgos de género o la percepción de riesgo.

“Existe una brecha de género no explicada o condicionada, lo que implica que las mujeres obtienen menores montos de crédito por factores que no pueden identificarse o medirse con la información disponible”, indicó el banco central.

Al tomar en cuenta otras variables, como la edad de la acreditada, su antigüedad en el sistema financiero o la presencia de garantías, la diferencia se reduce ligeramente a 15.5 por ciento, pero nunca desaparece.

En cuanto al costo del financiamiento, las tasas de interés aplicadas a las mujeres empresarias son, en promedio, 1.4 puntos porcentuales más altas.

Esta diferencia se reduce a 1.1 puntos porcentuales al considerar las características de las empresas, y disminuye a 0.9 cuando se toma en cuenta que los hombres suelen proveer más garantías que las mujeres.

La brecha de crédito persiste: incluso con garantías y experiencia, las mujeres reciben menos y pagan más
“Al pedir un crédito bancario para ampliar mi taller de costura, me pidieron aval, garantía y hasta historial de mi esposo, aunque era mi negocio. Sentí que tenía que demostrar más que otros para obtener lo mismo”, compartió Carolina Vargas, emprendedora en el ramo textil.

Para obtener los recursos necesarios, Vargas acudió a una institución de tecnología financiera (fintech), no sin antes consultar otras opciones como sociedades financieras populares (sofipos) y hasta casas de empeño.

Ella sólo necesitaba 20 mil pesos para la compra de maquinaria, material y remodelaciones en su local. Al cotizar el crédito con el banco, al final del financiamiento debía pagar alrededor de 35 mil pesos, mientras que las fintech y sofipos solo le podían prestar de 10 a 15 mil pesos, aproximadamente.

Pedí 20 mil y terminaría pagando 35 mil; el banco no me dio opciones viables
“Pero ni así obtuve el dinero que necesitaba, y eso que contaba con toda la documentación en regla y un historial crediticio sano. Finalmente, mi esposo tuvo que sacar el crédito para que nos prestaran lo necesario”, agregó.

Para Banxico, cerrar esta brecha requiere más que ajustar políticas bancarias, ya que se necesita fomentar el ahorro, facilitar la acumulación de activos y promover la inclusión financiera desde etapas tempranas para construir un historial sólido.

Sin embargo, incluso estas medidas podrían no ser suficientes, porque la existencia de brechas “no explicadas” sugiere que hay sesgos estructurales que aún no se entienden del todo y que deben atenderse para construir un sistema más justo y eficiente.

“Créditos de mayores montos o con menores costos de financiamiento facilitan la creación de nuevas empresas lideradas por mujeres, lo que promueve la generación de nuevos puestos de trabajo, la competencia entre empresas y, en última instancia, el desarrollo económico”, precisó el banco central.

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