Así obtuvo la oposición venezolana las actas electorales
Caracas, Venezuela.- Unas 90 mil personas imprimieron copias, escanearon resultados, reportaron retrasos y dieron parte de los recuentos que, según la Oposición, dan prueba del fraude electoral en Venezuela.
La líder opositora venezolana María Corina Machado anunció 24 horas después de los comicios de la semana pasada que su coalición reunió más de dos tercios de las actas de escrutinio de los centros de votación de todo el país, como evidencia de que el Presidente Nicolás Maduro perdió en su intento de ser reelegido.
Las actas -similares a recibos de compra muy largos- son consideradas la prueba definitiva de los resultados electorales en Venezuela.
Los opositores sabían que obtener el mayor número posible de ellas les ayudaría a refutar un resultado desfavorable ante las autoridades electorales. Se requirieron meses de preparativos y la participación de miles de voluntarios en esta labor titánica.
El trabajo que realizaron le valió a Maduro y a su leal Consejo Nacional Electoral (CNE) la condena mundial, incluso de aliados regionales cercanos, y avivó la indignación de los venezolanos, hartos de la economía en declive de su nación.
Disciplina
Miles de voluntarios participaron en talleres de formación en todo el país en los últimos meses. Aprendieron que, según la ley, pueden estar en los centros de votación el día de las elecciones, cerca de las máquinas de votación, desde antes de que abran las urnas hasta que los resultados se transmitan electrónicamente al CNE en Caracas.
Las casillas electorales son custodiadas por soldados, milicias civiles, policías y personas leales al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La semana pasada, las autoridades intentaron impedir el acceso de los voluntarios de la Oposición a las casillas y en algunos lugares lo consiguieron, pero en otros se mostraron inquebrantables y, una vez dentro de los centros de votación, los voluntarios no se marcharon hasta pasadas las 23:00 horas.
“Se fajaron con su ley en mano, con el manual de mesa en mano y lograron entrar”, dijo Machado antes del cierre de las urnas, y llamó a los representantes de los partidos y otros voluntarios “los héroes de este proceso”.
Se enseñó a los 90 mil representantes a obtener una copia de las actas de escrutinio -impresas a partir de las máquinas electrónicas de votación tras el cierre de las urnas- antes de que los resultados fueran transmitidos al Consejo.
Los voluntarios también fueron entrenados para utilizar una aplicación hecha para informar de irregularidades en los centros de votación, como retrasos en la apertura o cortes de electricidad, y para escanear un código QR impreso en cada acta de escrutinio.
Los recuentos muestran los totales de votos desglosados por candidato, el código QR y las firmas de los representantes de los partidos, de un empleado del Consejo y de los trabajadores electorales que participan tras ser seleccionados por sorteo.
El escaneado de los códigos QR dio a un equipo de trabajadores de la campaña acceso inmediato a los resultados de la votación, que tabularon el domingo por la noche y el lunes.
El CNE aún no ha publicado los resultados en su sitio web. Aunque no está obligado a publicar imágenes de las actas de escrutinio, solía compartir los totales de cada acta.
Críticas
El Consejo informó el lunes que Maduro recibió 5.1 millones de votos, mientras que Edmundo González Urrutia, candidato de la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática, obtuvo más de 4.4 millones.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, proporcionó el viernes los resultados actualizados del 96.87 por ciento de las actas de escrutinio, los cuales dan 6.4 millones de votos a Maduro y 5.3 millones a González.
Por ello, conseguir copias de cada una de las 30 mil máquinas de votación era sólo la mitad de la batalla. La campaña tenía que escanearlos todos con un equipo diseñado especialmente para replicar las hojas de recuento.
Fue entonces cuando entraron en juego más voluntarios. Si los representantes de los partidos no se sentían seguros o no podían llegar a los sitios donde se encontraban los escáneres, los voluntarios se reunían con los representantes, tomaban las hojas y las transportaban en moto, coche, bicicleta e incluso bote hasta los lugares adecuados.
Cuando Amoroso apareció en televisión entregándole a Maduro un documento que certificaba su victoria, la Oposición había escaneado más de la mitad de las actas de escrutinio.
Horas después, Machado y González anunciaron las cifras que conmocionaron al mundo: según las actas capturadas, González Urrutia recibió aproximadamente 6.2 millones de votos, frente a 2.7 millones para Maduro.
Los recuentos escaneados también se subieron a un sitio web en el que se podían hacer búsquedas, y cualquier persona que votó podía utilizar su número de identificación del Gobierno para consultar la hoja de recuento perteneciente a la máquina que utilizó para sufragar.
Desde entonces, Maduro se enfrenta a una avalancha de críticas.