El Centro Olvidado: Calles de Chihuahua Hundidas en Abandono y Suciedad
A tan solo unos metros de los principales recintos históricos y gubernamentales de la capital como el Palacio de Gobierno, la Casa Chihuahua, el Museo Casa Juárez y el Templo de San Francisco de Así se encuentra una zona que, a pesar de su cercanía, refleja un entorno marcado por el abandono, el olvido y la suciedad que domina cada una de sus calles.
La Venustiano Carranza hacia la Colón se ha convertido en un sector del primer cuadro de la ciudad que, lejos del comercio y del interés turístico, permanece sumido en el abandono, la suciedad y el deterioro urbano, además de contar con conexiones ilegales de agua y luz y una clara falta de infraestructura.
En un perímetro que abarca desde esta avenida hasta la avenida Colón, el paisaje cambia drásticamente: fachadas deterioradas, cortinas metálicas cerradas de antiguos negocios, lotes baldíos cubiertos de maleza, restos de bebidas alcohólicas y una constante acumulación de basura en las esquinas forman parte del panorama cotidiano.
En un recorrido realizado por la zona, varios vecinos manifestaron que el área carece de servicios públicos eficientes. Señalaron que es común que los terrenos olvidados sean utilizados por malvivientes, lo que genera una alta sensación de inseguridad durante las noches, debido a la escasa presencia de negocios y domicilios ocupados.
En varias calles fue posible identificar acumulaciones de basura, falta de tapas en registros de agua, viviendas abandonadas o en ruinas, escombro y desechos humanos en distintas esquinas, además de casas con un evidente deterioro por la falta de mantenimiento y atención.
Asimismo, se detectaron comercios que realizan conexiones eléctricas ilegales, conocidas como “diablitos”, mediante las cuales evaden el pago de energía, operando sin medidores y a la vista de todos.
También se detectaron tomas clandestinas de agua en lugares que carecen de medidores oficiales, donde se ha instalado una manguera transparente para continuar usando el servicio sin cubrir el costo correspondiente, debido a la falta de registro por parte de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento.
El tránsito peatonal es escaso, y los pocos habitantes o comerciantes que aún permanecen en la zona denuncian una constante: la falta de atención de las autoridades y la escasa inversión para revitalizar esta parte de la ciudad.
Mientras que la zona peatonal de las calles Libertad y Victoria se mantiene como un espacio activo y relativamente cuidado, el denominado “otro centro” parece haber quedado excluido del discurso de regeneración urbana. En muchas de estas calles, la presencia de personal de limpieza es intermitente o nula, y los servicios públicos reflejan una clara desigualdad territorial.
El contraste resulta evidente. A solo unas cuadras del corazón político y cultural de la ciudad, conviven el abandono de viviendas históricas, el grafiti no artístico, el mal olor de contenedores saturados y la inseguridad percibida por los transeúntes. Además, la desaparición del comercio local ha provocado que estas calles pierdan dinamismo económico y social, generando una especie de vacío urbano.
Vecinos y comerciantes consultados manifiestan que se trata de una zona olvidada. Aseguran que, a pesar de haber reportado la situación en múltiples ocasiones, no han recibido una respuesta efectiva por parte de las autoridades municipales. Algunos temen que esta parte del centro se convierta en un foco de riesgo para quienes aún transitan o habitan la zona.
